domingo, 1 de julio de 2007

La Iglesia en el mundo - Juan Pablo II o Karol Wojtyła

.
.
Un pensamiento, para el domigo. Mañana más chistes.

Del libro M. MALINSKI; A. BUJAK, Juan Pablo II: historia de un hombre, Barcelona 1982, p.106.

Cita indirecta, tomada, por mí, de un artículo de Jutta Burggraf.

Viene a la memoria lo que se cuenta del Papa Juan Pablo II. Ocurrió durante el Concilio Vaticano II. En una de las sesiones plenarias del Concilio, el entonces joven obispo Wojtyla pidió la palabra e, inesperadamente, hizo una aguda crítica al proyecto de uno de los documentos más importantes, que se había propuesto. Dió a entender que el proyecto no servía nada más que para ser echado a la papelera. Las razones eran las siguientes:

“En el texto presentado, la Iglesia enseña al mundo. Se coloca, por así decirlo, por encima del mundo, convencida de su posesión de la verdad, y exige del mundo que le obedezca.” Pero esta actitud puede expresar una arrogancia sublime. “La Iglesia no ha de instruir al mundo desde la posición de la autoridad, sino que ha de buscar la verdad y las soluciones auténticas de los problemas difíciles de la vida humana junto al mundo.” El modo de exponer la fe no debe convertirse nunca en un obstáculo para los otros.
.
.

3 comentarios:

Benita Pérez-Pardo dijo...

Hola Marta:

¿Quién es Jutta?. Debe ser alguien muy conocido en Alemania?

Me suena algo parecido que aparece en la película de "Carol". Una biografía de Juan Pablo II. Un documento precioso.

Marta Salazar dijo...

Hola hola, Jutta Burggraf, mira es la autora de uno de mis blogs, je je, es que ella no tiene tiempo de organizar un blog y lo hice yo; claro que está en alemán.

Carol me gustó muchísimo, pero es como para llevarse un saco de panuelos; y eso que yo, nunca lloro con las películas, pero esta es...

Sinceramente la que no me gustó es la de John Voight, Ben Gazzara y hasta Christopher Lee. Mucho má$ co$sto$a, pero muy inferior a Carol. Me parece...

Un abrazo fuerte y gracias x el comentario!

Interruptor dijo...

Así era Karol, o así lo percibía yo. Siempre me ha parecido que le gustaba estar en medio del mundo y no sobre él, ayudando y no ordenando. Éramos los demás quienes, al ver su humanidad y su enorme superioridad moral, nos veíamos muy por debajo de él.