domingo, 23 de marzo de 2008

El cansancio, según Pilar Sordo


Queridos amigos, una amiga de Chile (la Ale, no, no es Gatúbela, es otra Alejandra) que me envía muchos chistes, algunos de los que aparecen después en este blog, me envió esto.

No sabía quién era esta Pilar Sordo, estuve leyendo en la prensa chilena sobre ella y me gustó lo que leí.

Así que los dejo con este texto, para la semana y para más adelante, también. Está escrito pensando especialmente en los padres, pero me parece que se aplica a todos...


Hace dos semanas terminé una investigación en la que pregunté en los colegios de este país por qué los niños no van contentos a clases e hice lo mismo en las universidades. Mucha fue mi sorpresa cuando descubrí que la respuesta fue masiva y contundente: ¡¡¡¡Porque nunca han visto ir contentos a sus padres al trabajo!!!!! Esto me hizo pensar sobre el valor y el significado que le damos a la palabra "cansancio". El significado de ella siempre está asociado a algo de lo cual nos queremos deshacer y el valor de la satisfacción del deber cumplido es algo que al parecer hemos sido incapaces de enseñárselo a nuestros hijos.

Más encima les decimos a los niños que si trabajamos es para "que ellos tengan lo que necesitan, porque si no trabajáramos ellos no podrían ir al colegio que van o no podrían tener las zapatillas que tienen". Con esto les enseñamos a nuestros hijos que el trabajo sólo sirve para comprar cosas y no es algo que se disfrute.

Tenemos frases tan estúpidas como: "*Gracias a Dios que es Viernes**"...* y ¡¡¡en qué estuvimos entonces de Lunes a Jueves!!!

Llegar a la casa cansados, reventados, no es un problema es un PRIVILEGIO, porque
significa que ese día yo di todo lo que tenía para dar y por lo tanto eso debiera ser estampado con una sonrisa y no con la cara de agobio con la que llegamos a nuestras casas y que produce que nuestros hijos no amen aprender.

En este momento de inicio del año escolar veamos qué significado le damos al cansancio y aprendamos a decir que estamos *FELIZMENTE AGOTADOS,* quizás así influenciemos a una generación que ame el deber, lo cual es válido para quienes trabajan dentro o fuera de la casa.

Los invito a cansarse felizmente, nada es más agradable que acostarse en la noche con la satisfacción del deber cumplido.


6 comentarios:

esteban lob dijo...

Y es así, Marta.

Tal vez acostumbrado a trabajar de lunes a domingo, por aquello de mis narraciones deportivas que me gustaban muchísimo por lo cual nunca los consideré como un trabajo rutinario, no caí en ese cuento, pero por lo general esa es la tónica.
Yo creo que la psicóloga ha dado en el clavo.

Un abrazo.

ayco dijo...

Es muy difícil!!

Anónimo dijo...

Son muchos los que van al trabajo o realizan tareas "obligatorias" con mala cara y con desgano... habrá que ir viendo actitudes de vida...y sobre que se entiende por "disfrutar".

Saludos!!!

Hilda dijo...

Evitar el cansancio sería imposible, pero estar felizmente agotados sería una muy buena idea.
Yo procuro cuando me preguntan como me va en el trabajo contestar: bien, con mucho trabajo y cansada pero bien de tener trabajo. Aunque por supuesto muchas veces tengo ganas de botarlo para arriba jaja pero a pesar de todo amo a mis adolescentes y enseñarles es una bendición.
saludos. Hilda

Marta Salazar dijo...

gracias amigos!

una amiga mía uruguaya, alemana, francesas, etc. etc. me contaba que ella había leído (estaba haciendo un master en una univ. irlandesa) que había stress (bueno) y destress (bueno), me lo repito muchas veces...

creo que también tiene que ver en todo, esto el ambiente de trabajo, si es de companerismo y de que todos tiren la cuerda para el mismo lado, que jueguen con cartas sobre la mesa, es muy agradable,

pero lamentablemete, muchas veces -en Alemania, al menos- no es así y pienso que ahí es donde nace ese cansancio que más que cansancio provocado por el trabajo es cansancio de "lidiar" con los demás, lo que quita fuerza para trabajar...

O sea, pienso que hay que crear una nueva cultura del trabajo!

Un abrazo a todos y miles de gracias x los comentarios!

Makeka Barría dijo...

Ay, a mi me pasa eso, termino agotadísima después de la jornada de cuidar mis dos nietas y hacer las labores de casa, pero, termino felíz sabiendo que he cumplido una labor importante.
Cariños.