martes, 27 de abril de 2010

¿La esposa de Dios?


En Nueva York un niño de 10 años estaba parado, descalzo, frente a una tienda de zapatos apuntando a través de la ventana y temblando de frío.

Una señora se acercó al niño y le dijo: 'Mi pequeño amigo ¿qué estás mirando con tanto interés en esa ventana?'. La respuesta fue: - 'Le estaba pidiendo a Dios que me diera un par de zapatos'. La señora lo tomó de la mano y lo llevó adentro de la tienda, le pidió al empleado que le diera media docena de pares de calcetines para el niño.

Preguntó si podría prestarle una palangana con agua y una toalla. El Empleado rápidamente le trajo lo que pidió. La señora se llevó al niño a la parte trasera de la tienda, se quitó los guantes, le lavó los pies al niño y se los secó con la toalla. Para entonces el empleado llegó con los calcetines, la señora le puso un par de ellos al niño y le compró un par de zapatos. Juntó el resto de los calcetines y se los dió al niño. Ella acarició al niño en la cabeza y le dijo:

-'¡No hay duda pequeño amigo que te sientes más cómodo ahora! Mientras ella daba la vuelta para marcharse, el niño la alcanzó, la tomó de la mano y mirándola con lágrimas en los ojos le preguntó:

- '¿Es usted la esposa de Dios?'


4 comentarios:

AleMamá dijo...

¡Ay, que ternura! la señora podría decirle que no, que sólo es una "causa segunda", jeje, un ángel o enviada o qué sé yo. Lindo el cuento

Landahlauts dijo...

Difícil la respuesta, no?
Si le contestó que no... ¿se vino abajo la fe del niño?

:)

MIC dijo...

Me pillas tierna y me han entrado ganas de llorar. Porque es que tengo mucha capacidad para meterme en situación. He estado observando la ternura al lavar los pies al niño y todo lo demás. Qué chulo. Voy a copiarlo:)

Marta Salazar dijo...

sí, si la sra. es, en realidad, una bruja, bien se puede venir abajo la fe del chico... es lo que pasa algunas veces... lamentablemente porque quienes deberían brillar, lazan sombras...

una buena respuesta teológico-filosófica de Alemamá, sería la respuesta correcta :)

gracias Luisa, por tu comentario ;)

Un abrazo a los tres!