La foto es de Alemamá, la tomé, con su autorización, de su estupendo blog Despejado y cálido. Su artículo es: Abundancia escandalosa Ella dice "Hasta los alemanes se admiran. Observen al público que rodea el coche de la mascota"; miren por favor a la sra. asiática con sus niños, que incluso se dan vuelta para mirar al perrito en coche.
Alemamá agrega con mucha razón (y sin eñes) que "El sueno de los humanos para regalonear a sus animales, pues estoy segura de que los mininos y perritos prefieren el carino y la atención antes que tantos juguetes, cojines, alimentos en lata y vitaminas, por nombrar algunas posibilidades".
6 comentarios:
Parece incómodo el perrito...
Ese perro debe estar muy malcriado!!
Y, definitivamente, si algun dia me convierto en perro, quiero que esa señora me adopte!!
ajajaja
Me parece que a ese perro no le gusta el color del cochecito...
Saludos!!
Demasiado para mi gusto. Con casa, comida y cariño una mascota ya es feliz. Los demás accesorios para hacerlos parecer "humanos"... creo que lo considerarían una ofensa si pudieran hablar.
Saludos Marta
Ahhhhhh.... lo encuentro topísimo, no se trata de que a las mascotitas se les pretenda un parecido con los humanos... si pudiera haría lo mismo, pa puro quebrarme... jajajaja.
No me había dado cuenta de este post. Te tengoen mi lector de feeds con las historias.... Gracias. Está simpática la entrada y los comentarios.
No sólo los asiáticos se admiraban, también nuestros acompañantes del lugar. Era tan desproporcionado el asunto. Hiere mi sensibilidad terecermundista, creo, pero no sólo la mía, por lo visto.
Saludos, Marta.
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