sábado, 1 de noviembre de 2008

El incendio de la choza del náufrago


Como no me mandaron nada relacionado con la fiesta de Todos los santos... (ni de Halloween -salvo en contra de esta fiesta de origen remoto- ni nada), aquí algo "edificante" para el día de hoy.

Lo cambié un poco, quitándole las frases que suenan a victimismo (detesto en victimismo y más aún cuando se da entre los cristianos que, como hijos de Dios, no entiendo que sufran de esta enfermedad). Lo pongo en verde, porque -dicen- que es el color de la esperanza :)


Un día, zarpó un barco a alta mar. Iban veinte hombres

Era un viaje de 50 días y entre ellos se encontraba un fiel cristiano.

Una noche estalló el cuarto de máquinas y se hundió el barco sobreviviendo sólo el cristiano.

El único sobreviviente de un naufragio estaba sobre una pequeña isla desierta. Orando fervientemente, pidiendo a Dios que lo rescatara. Todos los días revisaba el horizonte buscando ayuda, pero ésta nunca llegaba.

Ya cansado, eventualmente empezó a construir una pequeña cabaña para protegerse y proteger sus pocas posesiones.

Un día se fue a pescar y regreso corriendo al ver que se quemaba su choza y no pudo salvar nada.

Después de haber perdido todo, anduvo vagando en la isla como sonámbulo, ya sin esperanza.

El náufrago estaba confundido y enojado con Dios y llorando le decía: "¿Cómo pudiste hacerme esto?", y se quedó dormido sobre la hamaca.

Temprano a la mañana siguiente, escuchó asombrado la sirena de un buque que se acercaba a la isla.

¡Venían a rescatarlo!

Al llegar sus salvadores les preguntó:

"¿Cómo sabían que yo estaba aquí?".

Y ellos les respondieron:

"Vimos las señales de humo que nos hiciste..."


5 comentarios:

aquiles m. dijo...

Muy Bueno !!!!

Ahora, pregunto:

Si uno necesita astillas para hacer fuego, tiene que ir a un astillero ????
Jo, Jo,...

Marta Salazar dijo...

ja ja, quedan preguntas abiertas...

ya, tomaré nota querida Luisa, gracias!

besos!

esteban lob dijo...

Muy bueno. Merecía las letras verdes.

Marta Salazar dijo...

gracias Esteban! lo mismo se podría decir de un fiel judío :)

Hilda dijo...

A mí me gusta mucho ese pensamiento porque las cosas no siempre son lo que parecen y la ayuda llega de formas muy misteriosas. saludos cariñosos. Hilda