De nuestra querida amiga Tere (RE-CORTITOS), con muchas gracias!!!
Mi amiga Margaret iba conduciendo, mientras su hija de tres años, jugaba tranquilamente en la parte de atrás con su muñeca Barbie. Después de un rato, la niña dijo entre suspiros:
-Mami, me gustaría parecerme más a Barbie.
Su madre suspiró, pensando en cómo el concepto de la imagen corporal que crea la sociedad, puede afectar a una niña tan pequeña.
-¿Por qué, cariño?- le preguntó a su hija.
-Es que quisiera que mi cabeza pudiera dar toda la vuelta.
4 comentarios:
Hola Marta:
He querido comentar en tu blog central, pero no me resulta.
La historia acerca de ese establecimiento de "enseñanza", en que los profesores violaban a las alumnas y los alumnos sometían a compañeros a humillaciones a la vista de los "maestros", supera todo límite de sorpresa y espanto.
Cariños.
así es querido Esteban...
una pena...
qué raro, qué pasará? a veces -demasiadas- también yo tengo problemas con blogguer :(
Un abrauo fuerte!
que bueno que la mamá, aunque le dio vueltas a su imaginación, prefirió preguntarle a su hija, antes de darle todo un sermón :P!
Saluditos. Hilda
jajajajajaja
Qué bueno!!!!
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