Una clara personalidad
Un hombre volaba en un globo aerostático y de pronto se da cuenta que está perdido. Maniobra y desciende un poco; abajo divisa a un hombre en la calle. Baja aún más y le grita:
-¡Disculpe! ¿Podría ayudarme? Prometí a un amigo que me encontraría con él a las 2, tengo media hora de atraso y no sé dónde estoy...
-Claro que puedo ayudarlo. Usted se encuentra en un globo de aire caliente, a alrededor de 15 metros encima de la calle. Está entre los 35 y los 40 grados de latitud sur y entre los 55 y los 60 grados de longitud oeste.
- ¿Usted trabaja en informática?, pregunta el tipo del globo.
- Sí señor. ¿Cómo lo supo?, responde el hombre de la calle.
-Porque todo lo que usted me ha dicho es técnicamente correcto, pero aún no sé qué hacer con la información que me dio y el hecho es que continúo perdido.
-¡Ah! Usted debe ser un gerente o debe tener, de manera inexplicable, un puesto importante en alguna empresa...
- En efecto, así es. ¿Cómo se dio cuenta?
-Muy fácil. No sabe ni dónde está ni para dónde va. Hizo una promesa que no tiene idea de cómo cumplir y espera que ahora otro le resuelva el problema. De hecho, está en la misma situación en que se hallaba antes de encontrarnos. Pero ahora, por algún motivo, dice que la culpa es mía...
END.
Un hombre volaba en un globo aerostático y de pronto se da cuenta que está perdido. Maniobra y desciende un poco; abajo divisa a un hombre en la calle. Baja aún más y le grita:
-¡Disculpe! ¿Podría ayudarme? Prometí a un amigo que me encontraría con él a las 2, tengo media hora de atraso y no sé dónde estoy...
-Claro que puedo ayudarlo. Usted se encuentra en un globo de aire caliente, a alrededor de 15 metros encima de la calle. Está entre los 35 y los 40 grados de latitud sur y entre los 55 y los 60 grados de longitud oeste.
- ¿Usted trabaja en informática?, pregunta el tipo del globo.
- Sí señor. ¿Cómo lo supo?, responde el hombre de la calle.
-Porque todo lo que usted me ha dicho es técnicamente correcto, pero aún no sé qué hacer con la información que me dio y el hecho es que continúo perdido.
-¡Ah! Usted debe ser un gerente o debe tener, de manera inexplicable, un puesto importante en alguna empresa...
- En efecto, así es. ¿Cómo se dio cuenta?
-Muy fácil. No sabe ni dónde está ni para dónde va. Hizo una promesa que no tiene idea de cómo cumplir y espera que ahora otro le resuelva el problema. De hecho, está en la misma situación en que se hallaba antes de encontrarnos. Pero ahora, por algún motivo, dice que la culpa es mía...
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1 comentario:
Genial el chiste. Cuánta razón tiene... ¿seremos todos los profesionales así de previsibles? Saludos!
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