Hoy en la mañana, me llegó el siguiente relato, al que le quité la frase final del tipo: "enviélo a n personas y le traerá suerte", ver Fe turbia.
Me gustaría ponerlo hoy aquí, aunque es simple y Uds. habrán recibido muchos de este tipo, pienso que no está mal y, pese a que es algo telenovélico (o de relato dalailámico, ahora que lo hemos tenido una semana en Alemania, ver El Dalai Lama en Hamburgo - El Papa casi tan popular como el Dalai Lama), expresa una gran verdad.
La historia que me envió mi amiga para este blog:
Dos ángeles viajeros se pararon para pasar la noche en el hogar de una familia muy adinerada. La familia era ruda y no quiso permitirle a los ángeles que se quedaran en la habitación de huéspedes de la mansión. En vez de ser así, a los ángeles le dieron un espacio pequeño en el frío sótano de la casa.
A medida que ellos preparaban sus camas en el duro piso, el ángel más viejo vio un hueco en la pared y lo reparó. Cuando el ángel más joven preguntó ¿por qué?, el ángel más viejo le respondió, "Las Cosas no siempre son lo que parecen."
La siguiente noche, el par de ángeles vino a descansar en la casa de un señor y una señora, muy pobres, pero el señor y su esposa eran muy hospitalarios.
Después de compartir la poca comida que la familia pobre tenía, la pareja le permitió a los Angeles que durmieran en su cama donde ellos podrían tener una buena noche de descanso.
Cuando amaneció, los ángeles encontraron bañados en lágrimas al Señor y a su Esposa.
La única vaca que tenían, cuya leche había sido su única entrada de dinero, yacía muerta en el campo. El ángel más joven estaba furioso y preguntó al ángel más viejo, ¿cómo pudiste permitir que esto hubiera pasado?
El primer hombre lo tenía todo, sin embargo tú lo ayudaste, el ángel más joven le acusaba: La segunda familia tenía muy poco, pero estaba dispuesta a compartirlo todo, y tú permitiste que la vaca muriera.
"Las Cosas no siempre son lo que parecen," le replicó el ángel más viejo. "Cuando estábamos en aquel sótano de la inmensa mansión, yo noté que había oro almacenado en aquel hueco de la pared. Debido a que el propietario estaba tan obsesionado con avaricia y no dispuesto a compartir su buena fortuna, yo sellé el hueco, de manera tal que nunca lo encontraría."
"Luego, anoche mientras dormíamos en la cama de la familia pobre, el ángel de la muerte vino en busca de la esposa del agricultor. Y yo le di a la vaca en su lugar. “Las Cosas no siempre son lo que parecen."
Algunas veces, eso es exactamente lo que pasa cuando las cosas no salen como uno espera que salgan.
Si tú tienes fe, solamente necesitas confiar en que cualesquiera que fueran las cosas que vengan, serán siempre para tu ventaja. Y podrías no saber esto hasta un poco más tarde ...
5 comentarios:
Preciosa historia Marta. Muchas gracias
Muy buena!!!
Preciosa. Gracias Marta. Sí que es típico mail pero eso no quita que te haga pensar. Realmente me ha hecho pensar. Mil gracias.
PD: La pongo en mi blog con enlace al tuyo.
Marta, se me olvidó decirte que te he cogido una foto para el post.
Linda historia.
El problema es que en la vida real hay veces en que nunca se saben las verdaderas razones. Pero aún así yo creo... Saludos!
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