Me lo envió una amiga desde Madrid, España... Se los dejo como pensamiento para un domingo.
Mil y un pasos en el camino de la esperanza
La felicidad de los niños
El niño no tiene necesidad de saber si sus padres son pobres o ricos. Le basta con saber que son su padres.
Cuando ellos están cerca de él, ni la guerra, ni la miseria, ni los peligros impiden que el niño duerma apaciblemente.
Se confía al amor casi todopoderoso de sus padres.
¡Prueba este mismo abandono!
(pág. 109)
2 comentarios:
y es cierto, hay una edad en que los padres son todo el mundo para el niño, viven y se desviven totalmente por ellos y con nadie se van a sentir tan seguros como a su lado... ¿volviste a sentir esa seguridad de mayor?... saludos,
MARIESPE
Que triste que a muchos padres se les olvide esa misión, he conocido cada hiena que dice llamarse padre que bueno!!
saludos. HIlda
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